me pregunto por qué la naturaleza humana es tan cruel. por qué nos alegramos de las desgracias del otro. por qué no podemos estar en paz cuando a la persona que amamos le va bien. o para ser sinceros, mejor que al resto. mejor que a mí, se entiende.

pienso en la ceremonia del oscar unos meses atrás. pienso en una apuesta hecha al azar. reese witherspoon y su matrimonio perfecto. de cuento. y sí, efectivamente ese matrimonio se rompió. porque era evidente, obvio, que ryan phillipe no podría soportar que su mujercita perfecta ganase más que él. que fuera ella quien se llevara los premios, los aplausos, el respeto.
y me pregunto, pasará lo mismo cuando yo alcance, por fin, el éxito? y qué pasa si mi persona especial lo alcanza primero? también la dejaré? por miedo, envidia, celos? no quiero ser así.

y sin embargo, no dejo de reconocerme en el patán ese. porque asumo que es lo mismo que yo hubiera hecho. lo mismo que ustedes hubieran hecho.
porque todos somos así. y es que es tan fácil ser bueno cuando estamos bien.
la pregunta es qué pasará después.

siempre haces esto. te vas, desapareces, y luego regresas como si nada hubiera pasado. como si hubieras estado de lo más bien ayer. esquizofrénica dirían algunos, pero no, no más delirios que los de grandeza.

así que eres bipolar. arriba arriba en el cielo o más abajo que el infierno. extremista, exagerada, levemente hipocondríaca. luego no podrás decir que no te lo advertí.

siempre te muestras peor que lo que eres para así no decepcionar a los incautos que se queden. a ver el espectáculo, a ver cómo te sacas la careta y muestras lo poco real que aún te queda.

como decir, me llamo d., tengo veinticinco y ya no tengo pelo negro. dejé de encubrirme bajo tintes ajenos. tampoco soy más esa chica que creías que era. pero lo fui, sí. vaya que lo fui. y me arrepiento.

espero que ahora que lo sabes puedas guardar el secreto.

hace algunos días que no venía por aquí. que no aterrizaba por acá y trataba de ordenar mis pensamientos desordenando un par de teclas. porque escribir, al menos para mí, es eso: escupir sin pensar lo que llevo dentro. no preocuparme si a alguien le gusta o no, o qué pensaría mi mamá. no me interesa autocensurarme, porque con el resto del mundo basta y sobra.
porque aquí, en estas cuatro paredes, en esta maldita dirección bigmouth.zonalibre.org , aquí, puedo ser yo. como soy. como cuando escribo uno que otro mail y me quito la careta. poco a poco. y para eso no es necesario decir mi nombre no colgar mi foto. ni mucho menos encasillarme en determinado papel. o rol, como dirían por ahí. sólo yo.
con lo bueno, con lo malo, lo bonito, lo feo. pero yo.
y al que no le agrade que se vaya. el resto bienvenidos.
estoy aquí, para mí. y si te animas, bien. sino también. yo sólo espero a dos personas. una está, la otra no va a venir.
yo me quedo. siempre. conmigo.

cosas que suceden a medianoche en el himalaya. como ponerse a pensar que mañana tienes cita con el doctor y no se te ocurre qué contar. porque nunca pasa nada, porque hace rato tu vida dejó de ser interesante, porque ya no confías en él porque te acabas de enterar que la doctora que lo recomendó es su mujer.
totalmente arbtitrario, subejtivo, sabes que no debería importarte, y si nembargo, lo hace. afecta, mueve tus fibras sensibles, te inclina a dudar, a sospechar de su habilidad. aún cuando la primera vez que lo viste te pareció de lo mejor.
confianza, o la falta de ella. ese es el problema.

estoy cansada, mentiste, y así evitaste ir a ese almuerzo familiar que tanta lata te da. porque seamos sinceros, es más rico quedarse aquí, viendo alguna película y hablando por teléfono. afinando planes, whatever, lo que sea para no estar allá.
no hoy al menos.

no para de llover
estoy empapada
y no tengo donde
poner a secar
esta pena
que me humedece
el corazón

en días como hoy me pregunto quién lee. cómo, cuándo, dónde y sobre todo por qué.
pero sobre todo me pregunto si alguien regresa... y si encuentra eso que vino a buscar.
es día de preguntas, preguntas sin respuesta.

mañana cambiará. este finde se presenta convulsionado. demasiadas actividades y pocas ganas de bailar.
ya veremos, girl, ya veremos.

mamá nunca fue muy demostrativa. afectuosa un poco, pero la gracia es que no se note. al menos, esa parece su consigna. fría, distante, aún cuando con otros aparezca como una mujer encantadora. quizás, simplemente sea que hablamos lenguajes distintos, que vemos el mundo con ojos diferentes. no lo sé. y a estas alturas de mi vida, aún no estoy lista para preguntarme porque mi madre y yo no conectamos.
decía que ella es así, tal o cual, fría como ella sola, poco demostrativa o lo que fuere, pero ahora que estuve (estoy) enferma no atinó más que a sorprenderme. una carta, no muy larga, pero carta al fin y al cabo. el contenido no lo diré, pero sí diré que nunca deja de sorprenderme.
gracias por hacer el intento. creo.

no sé si confiar en ti sea un lujo que pueda darme. ya bastante me arriesgo al confiar en mí.
tengo dudas, porque ya no sé si creerte o no. al menos, dudo de la conveniencia de hacerlo.
en días como hoy, daría un brazo o un riñón por creer en tus palabras. pero sólo me quedo con esto. unas letras confusas, una canción triste y todas las dudas posibles.

me faltan palabras, se me agotan las ideas, se me esconden las ganas y sólo atino a pensar que tengo demasiado frío.
enferma, sí, y qué.

tengo frío.

todo tan fácil como empezar la semana con un trago en la mano. tú no, claro. porque no tomas, porque te hace mal, porque ya te olvidaste a qué sabe la sal. sprite zero con una rodaja de limón y harto hielo. eso sí, eso siempre. no importa el lugar, la gente.
hoy sí, claro que importa. no te engañes, siempre. uno de esos cafés con terraza, ideales para noches templadas donde lo único que se enfrían son las ganas de llorar. salir, pasear, conversar.
dos amigas, tan solteras, que se cuentan sus miedos, sus penas.
y qué planes para tienes para ser mejor estos próximos siete días? esa pregunta así, tan directa, te fulmina, te quedas callada, piensas. respiras hondo, suspiras. algo tan simple como salir este sábado y no quedarme tirada en cama. eso. salir, intentar integrarme a esta ciudad, que honestamente ni me viene ni me va. saldré sí y me sobrepondré a este infierno. porque sí, proque tengo veinticinco y tengo miedo. no me seguiré hundiendo. debo salir.
ahora o nunca, pienso.

en días como hoy, detesto estar aquí, encerrada entre cuatro paredes. una oficina larga, como escondida, poco ventilada, alejada. lejos de todo y de todos, cerrar los ojos, dejarse llevar por la música y parar. ahora sí, hora de volver a la realidad. concéntrate girl, trabaja, que no hay tiempo que perder.

llegas temprano, prendes el pc mientras vas por un café. primero pones algo de música para empezar el día, luego revisas tu correo y respondes los mails, uno a uno. te retocas el make up, sonríes como practicando para el resto del día, te alistas para empezar.
sonría, lo estamos filmando.

estás lista.

buscas, esperas, ríes, lloras, lees, juegas, dibujas, cantas, bailas, piensas, sueñas, cocinas, comes, saltas, escondes, mientes, cortas, pegas, escribes, crees, editas, creas, filmas, inventas, salpicas, bebes, lavas, secas, coges, recoges, arrojas, sueltas, peinas, arreglas, tipeas, mueves, detienes, acortas, alejas, meditas, corres, tartamudeas, temes, sientes...
sigues, sigues, no te detienes...

vives...