nueve días. nueve dormidas y vacaciones. cuento los días, las horas, los segundos para treparme a ese avión y escapar de toda esa locura de la navidad, del cierre de año, de los informes anuales y la falta de presupuesto. del propio, por supuesto.
necesito irme, virar, tener la ilusión que vuelvo a casa, aún cuando ya esa no sea mi casa y lo único que quede es salir con los amigos a chupar y ver el mar.
por ahora, concentrarse. enfocarse en el año nuevo, la fiesta, la ropa, el club, salir a bailar, tomar, la gente, los amigos, algo de champagne, la playa de moda, el mega depto y todo eso que suena tan hueco.
pero hoy no busco llenarme sino tan sólo que el 2007 acabe.
falta poco y empiezo de nuevo. en limpio. un año que recién comienza, llenecito de días que desperdiciar (ja!), trescientos sesentaicinco días nuevos.
seis venticuatro hora local. muerta de sueño. debo ir a trabajar. se me cierran los ojos, el aire, los sueños. cuatro días más, pienso. luego, vacaciones. merecidas, por demás. necesito descansar. un sueño. cuatro días más, pienso. chocaré los talones de mis zapatos de muñeca y ya estaré en lima. vía lan, obvio. yo. pero esta vez con corazón. a veces hay que dejarse perder. a veces hay que querer encontrarse. a veces, sólo falta una historia en tecnicolor.
el que quiera, que siga el camino dorado. veré que hay del otro lado.
hace algunos días que no venía por aquí. que no aterrizaba por acá y trataba de ordenar mis pensamientos desordenando un par de teclas. porque escribir, al menos para mí, es eso: escupir sin pensar lo que llevo dentro. no preocuparme si a alguien le gusta o no, o qué pensaría mi mamá. no me interesa autocensurarme, porque con el resto del mundo basta y sobra.
porque aquí, en estas cuatro paredes, en esta maldita dirección bigmouth.zonalibre.org , aquí, puedo ser yo. como soy. como cuando escribo uno que otro mail y me quito la careta. poco a poco. y para eso no es necesario decir mi nombre no colgar mi foto. ni mucho menos encasillarme en determinado papel. o rol, como dirían por ahí. sólo yo.
con lo bueno, con lo malo, lo bonito, lo feo. pero yo.
y al que no le agrade que se vaya. el resto bienvenidos.
estoy aquí, para mí. y si te animas, bien. sino también. yo sólo espero a dos personas. una está, la otra no va a venir.
yo me quedo. siempre. conmigo.
estoy cansada, mentiste, y así evitaste ir a ese almuerzo familiar que tanta lata te da. porque seamos sinceros, es más rico quedarse aquí, viendo alguna película y hablando por teléfono. afinando planes, whatever, lo que sea para no estar allá.
no hoy al menos.
acaba de llamar mi viejo. está en lima, sabías? dos llamadas diarias para controlar que no me haya suicidado. o por lo menos, que logre levantarme de la cama y tomar esa -mágica- pastilla. regresan mañana. él, su mujer, y mi hermanastra. todos muy amorosos, llaman mañana y noche, preguntando por mí, cómo voy, si me siento así o asá, etc. el viaje ya estaba programado para cuando enfermé. demasiado tarde para cancelar. ahora, pienso, deben estar aterrados. pensando en qué encontraran a su regreso.
yo estoy bien. bueno, en realidad no, pero lo intento. todos los días tomo mi pastilla y hago el esfuerzo. jueves, viernes, sábado, muy bien. domingo, empiezo a decaer. lunes, no logro levantarme de la cama. hoy, martes, me esfuerzo, lo intento, lo logro. me levanto de la cama y salgo a comprar. las cinco cuadras más largas de mi vida. pero, por fin, llego al santa isabel, y compro coke light para ver si me despierto.
regresando al departamento, dos llamadas. sucesivas. primero, mi abuela. luego, mi padre. todos peocupados, yo falseando la voz, fingiendo estar mejor. aparentando un (falso) optimismo. inventando planes inexistentes para que se dejen de preguntar. sólo quiero dormir y estar en paz.
por fin se acaba este feriado largo y mañana tendré que madrugar. para ir a trabajar. siempre fui de lo más responsable. así que si debo ir, allá estaré. y si me preguntara alguien, diré que no acepté la licencia que me sugirió el doctor. porque, mal que mal, es ese maldito trabajo el que me obliga a levantarme cada mañana. eso o nada. y la nada me asusta. así que sigo haciendo un esfuerzo sobrehumano y voy a trabajar. lo que sea para no dejarme caer sin luchar. depresiva funcional. demasiado orgullosa como para dejarme vencer por este agujero negro que me va tragando el pecho.
ella mira sus manos con pena. y con algo de curiosidad. mira esos dedos pequeños, algo rechonchos, nunca le gustaron la forma ni el color. demasiado pálidos, cree, casi grises, amarillo-verdosos, siempre tan crítica como en todo.
ve la forma irregular de las uñas. el esmalte descascarado. sólo brillo, porque es de esas chicas que jamás se pintarían las uñas de rojo. a lo más, manicure francesa, siempre ella tan discreta.
se mira las manos con curiosidad, con asombro, como si fuera la primera vez que las contempla. las toca, las frota, acerca los ojos y se detiene en las palmas. busca líneas, imaginándose el significado de tal o cual raya. están suaves, al menos eso no ha cambiado, piensa.
marcas, cicatrices, busca algo, lo que sea, que le indique que esas manos le pertenecen. busca alguna seña que le recuerde qué pasó, dónde, con quién.
mira sus manos y no las siente propias, no reconoce esa cicatriz en el pulgar y se pregunta qué pasó con las uñas. esas uñas que cuando chica las llevaba tan cortas que casi ni se veían. luego, las uñas largas, cuidadosamente pintadas. hoy no están, en su lugar unas uñas feas, pálidas, tristes, apagadas.
igual que ella, piensa y así cómo empezó, de la nada, deja de mirarse las manos.
deja de mirarse las manos y escribe este post.
ya estás acá. ya fuiste a trabajar. ya te recibieron. dicen que te extrañaron. todos muy amables y sin embargo, aún te cuesta creerles. porque nadie "en su sano juicio" podría extrañarte. porque eres la contradicción hecha persona, un carroussel emocional, sube-baja-sube-baja-baja más.
volver implica algo más que pasar horas en un aeropuerto viendo a gringos apestosos tomar demasiadas cervezas. es más que comprar por aburrimiento en el duty free o pagar el triple por una artesanía que se ve más fina que en el mercado artesanal al que fuiste dos días atrás. volver no es sólo hacer dos maletas, ni llorar al saber que, efectivamente, te vas.
volver es, saber que no tienes idea que queires con tu vida, que te da lo mismo estar o no estar. aún no sabes en qué momento te volviste tan pragmática o tan cobarde, pero si regresas es porque te conviene, porque les conviene y tú ya estás cansada de luchar.
así que dejas que otros hagan tu maleta, que otros solucionen tus problemas de equipaje, que alguien más recoja lo que queda allá. simplemente subes a un avión, y tiemblas las tres horas de vuelo.
el resto es historia.
trackear gente a la que le has perdido el rastro. buscar agendas viejas, teléfonos, mails. y ahí están, por fin, impolutos, como siempre. esos viejos amigos de colegio, la gente que con sólo verte ya sabe qué estupidez vas a decir. esa gente que aparece en tus recuerdos, los mismos de tu primera borrachera, y la segunda, y la tercera. luego saliste del colegio, perdiste contacto, dejaste de ver a las chicas del grupo, nuevos amigos, dejaste de tomar (eso fue después).
lo bueno de ser tú, es esa habilidad para retomar contacto meses (hasta años) después y hacer como si nada hubiera pasado. como si los hubieras visto ayer. así que llamaste, intentaste juntar a todos los que alguna vez importaron y soltaste un "llegué a lima...y voy a celebrar mi cumpleaños".
ellos ya lo saben. este jueves, tú, regalos y un piñata de la kitty.
se aceptan invitados.
ya está. no tengo ganas de contar ni del elqui, ni del observatorio, ni del viaje en bus (en bus!), ni de la playa o las cabañas.
el viaje, bueno. la compañía, mejor.
como experiencia, completa.
y el soundtrack, lo mejor.
todos los objetivos han sido logrados.
a veces, lo malo de ser tan pragmática es que no te deja apreciar una noche estrellada en la carretera. (sabes que eso no es cierto, que lo disfrutas igual, sólo que te lo quedas callada). o será que ando tan cansada que me agota siquiera pensar en escribirlo.
mentira, seré sincera. hoy amanecí egoísta. y tengo cero ganas de compartirlo.
esto, lo bonito, me lo quedo conmigo.
y tú?
sí, tú. a ti te hablo.
cómo puedes permanecer indieferente?
pretty easy, sigues con los headphones bien puestos, cantas canciones que te alegren y no te pones a pensar, no paras ni un minuto, en toda esa gente que muere mientras tú solamente presionas fastforward.
así cualquiera.
a veces me asusta pensar que mientras camino por la calle rumbo al metro, muere alguien. quizás algún familiar lejano. no quiero pensar, me niego. no hoy, al menos. desde acá no lograré hacer nada así que mejor cambio de canción y pienso en algo que me anestesie.
total, seré igual que el resto. no debería importar nada más.
sin embargo, sí importa. y duele. te desgarras cuando lees que alguien más murió por defenderte. por pararse y decir, no, esta es mi casa y de aquí no me voy.
tú te fuiste. no de ahí, pero igual te fuiste.
cobarde.
es hora de asumir que huir no siempre es la mejor opción.
todos los días suena la alarma del celular quince minutos antes de lo que debiera. la apago y sigo durmiendo. doy vueltas en la cama por algunos minutos y quince minutos después, otra vez. beep-beep. recién ahí me desperezo, lo pienso otros cinco minutos y me levanto. me despierto muy temprano, y sin embargo, no me levanto si no hasta treinta minutos después, con suerte poco más de veinte.
me lavo la boca, la cara, me baño. el pelo nunca, el pelo la noche anterior y en la mañana siempre es levantarse mucho más temprano a alisarlo. madrugo para arreglarme el pelo, y sin embargo, nunca se ve liso ni arreglado.
me visto, arreglo mi bolso, voy a la cocina y tomo mi pastilla con agua con limón o si encuentro, una sprite zero. la pastilla es para no comer, y sin embargo, a media tarde, siempre como algo. un chocolate, un café, algo que reemplace al almuerzo.
antes de salir, siempre prendo el pc y reviso mi correo. no sé para qué, si llegando a la oficina es lo primero que haré, pero bueno. de paso, reviso un par de blogs en los que nunca comento. a saber, dos peruanos, uno español y uno expatriado. jamás comentaría, lo sé, y sin embargo paso por ahí, porque presiento que igual sabrán que estuve ahí, perdida entre letras ajenas, entre cosas que se inventan por llenar unos pixeles de menos y unos pixeles de más.
todos los días es la misma rutina, los mismos actos complejos que de tanto hacerlos se transforman en parte del rito. en esta inserción al mundo que incluye una que otra canción y ver siempre al mismo hombre del metro. me sonríe, le sonrío y sé que ambos pensamos lo mismo: "ufff...alivio, no estoy tarde, ahí va el/ella que siempre sale a la misma hora que yo".
hoy no lo veré, y sé que es porque estaré tarde. y eso? por estar escribiendo esto.
en días como hoy, me dan unas ganas enormes de romper la rutina, quebrar uno que otro rito y hacer algo completamente diferente, distinto. como ir en dirección contraria y no insertarme en el mundo a la hora indicada.
y eso por qué?
porque hoy, aquí y ahora, amanecí otra.
mañana ya seré la misma.
eso me temo.
todo fue tan sencillo como sonreír, bajar las pestañas como sólo tú sabes hacerlo y decir "hey, boss, me puedo tomar la mañana que tengo ene trámites pendientes?". y claro, boss nunca dice "no", no a ti, al menos.
y levantarse temprano, ir al centro de la ciudad, dispuesta a esperar y cruzar los dedos para que te atiendan antes que mueras de vieja. porque sí, porque detestas esperar, porque estar en una habitación llena de extraños te da poco menos que asco. demasiada lata. una y otra vez.
y correr, de un lugar a otro, ministerios, embajadas, consulados y demás. caminas demasiado, varias cuadras, más de las esperadas, porque no queda tan lejos, porque tienes ganas de caminar, porque te gusta, porque hace mil no vas al centro. porque te recuerda otro lugar, porque es miércoles por la mañana y amaneciste así, ansiosa, ligeramente hiperactiva. en fin...
pasado mediodía. tomas el metro. camino al trabajo, porque eres responsable, o porque al menos hoy, quieres creer eso. ok, para ser sinceras, quieres ir porque eres buena en lo que haces y te encanta eso.
decía que tomas el metro, ya no falta nada para llegar a destino, y de pronto... plaff... el tren se tambalea, sientes un golpazo y un chillido... algo desgarrando y luego te enteras que eso que se desgarra son tus recuerdos... curioso cómo ciertos eventos gatillan tus recuerdos.
luego te enteras, una mujer, edad indefinida, no aguantó más. no soportó la idea de otro día acá. y así, tan sencillo como eso, se tiró de cabeza al vacío, enfrentando sus miedos.
un guardia resumió la situación. emol la confirmó. y tú, cierras los ojos e intentas no ver. no quieres ver. te niegas a ser partícipe de eso. jamás reconocerías que tú también sientes miedo.
tú jamás reconocerías públicamente que eso te afectó. incluso, bromearías al respecto, lo sabes. "si será desconsiderada, mira que interrumpir viajes ajenos..." porque claro, tú eres así, no soportas demostrar vulnerabilidad. eso lo dejas para alguien más.
y nada, discretamente te enjugas esa lágrima inoportuna y sigues camino a la oficina.
tan sólo una anécdota más.
pd: me sigo preguntando qué hizo betty adler cuando luchito se aventó al tren... esa pregunta me persigue...a dónde te vas cuando se van?
la frase del día: perder es cuestión de método
la dijo: francisco
citando a: santiago gamboa?
contexto: el post anterior
repuesta: maybe, puede ser, quizás, tal vez... seré sincera, sí soy una hopeless unbeliever
una pata intelectual dice:
te tinca si pelamos a alguien?
una pata intelectual dice:
eso une
una pata intelectual dice:
dime a quién pelas y te diré quién eres, recuerdas?
una pata intelectual dice:
daza decía eso
un pollo nerd dice:
daza?
una pata intelectual dice:
duh! baltazar
una pata intelectual dice:
con andoni
un pollo nerd dice:
aaaaaah
una pata intelectual dice:
es que nunca recuerdas los libros que lees?
una pata intelectual dice:
mal mal
un pollo nerd dice:
sí recuerdo
un pollo nerd dice:
pero no mucho las frases de los personajes
una pata intelectual dice:
por favor, rebobinar así me siento
una pata intelectual dice:
esa no es una frase, es una actitud de vida
una pata intelectual dice:
jajaja
un pollo nerd dice:
jaaaaa
un pollo nerd dice:
síp
una pata intelectual dice:
lo ves?
una pata intelectual dice:
el pelar une
una pata intelectual dice:
ya vamos olvidando que acabamos de pelear
un pollo nerd dice:
sip
una pata intelectual dice:
y?
una pata intelectual dice:
el ratón te comió la lengua?
una pata intelectual dice:
(o te estás comiendo al ratón?)
un pollo nerd dice:
no, se puso lento esto
un pollo nerd dice:
disculpa
una pata intelectual dice:
leeeeeeeeeeeeento
una pata intelectual dice:
me siento leeeeeeeeeeeenta
una pata intelectual dice:
ligeramente atabacada
una pata intelectual dice:
como sedada
una pata intelectual dice:
sedada se escribe con ese no con ce
una pata intelectual dice:
es curioso como aún recuerdo eso
una pata intelectual dice:
la frase entera
un pollo nerd dice:
tu me enseñaste eso
una pata intelectual dice:
lo sé
una pata intelectual dice:
pero hablo de la frase
una pata intelectual dice:
la escribí así
una pata intelectual dice:
tal cual
una pata intelectual dice:
y aún la recuerdo
una pata intelectual dice:
exacta
una pata intelectual dice:
te hablo de hace uffff
una pata intelectual dice:
de cuando estaba con s.
una pata intelectual dice:
es extraño
un pollo nerd dice:
algunas cosas se recuerdan mucho
una pata intelectual dice:
cómo recordamos algunas cosas
un pollo nerd dice:
cosas que parecen insignificantes
un pollo nerd dice:
sí
una pata intelectual dice:
exacto
una pata intelectual dice:
porque fue hace uffff
una pata intelectual dice:
y está ahí
una pata intelectual dice:
dando vueltas
una pata intelectual dice:
perdida
una pata intelectual dice:
y es igual
una pata intelectual dice:
supongo que ese es el orden lógico de mi cabeza
una pata intelectual dice:
la manera como mi cerebro ordena las palabras
una pata intelectual dice:
ordena u ordeña?
una pata intelectual dice:
cómo sería?
una pata intelectual dice:
ordeño las palabras como la leche de una vaca
una pata intelectual dice:
las exprimo
un pollo nerd dice:
ambas cosas creo yo
un pollo nerd dice:
sí
una pata intelectual dice:
y ahí recién las ordeno
una pata intelectual dice:
pero primero ordeño
un pollo nerd dice:
suena más profundo, es como parir una idea
una pata intelectual dice:
y nunca, pero nunca las pasteurizo
una pata intelectual dice:
lo ves?
una pata intelectual dice:
suelto cosas al azar
una pata intelectual dice:
que suenen bonito
una pata intelectual dice:
y me olvido
una pata intelectual dice:
un mero ejercicio fútil
una pata intelectual dice:
un juego
una pata intelectual dice:
y lo dejo ahí
en días en los que nada parece marchar, a veces es bueno no hacer nada y dejar de preocuparse. simplemente ser. y hoy, hice precisamente eso. uvas verdes sin pepa, una cama enorme y sobredosis de series de tv.
todo parece mejorar.
no lo negaré. empecé a escuchar lcd soundsystem y le tigre por posera. pura pose. así de ridícula, de groupie, de mala copia de chica indie. y la verdad que no están nada mal. y así como algunas flipan con los números mágicos, yo alucino con estas canciones que me ponen en marcha la mente y el cuerpo. meras ganas de bailar, de pasarlo bien, de divertirme.
demasiadas ganas de irme sin mirar atrás. ganas de salir, divertirme, no volver hasta que todas estas dudas y confusiones se pierdan en algún lugar. necesito perderme y encontrarme de nuevo. un nuevo yo, distinto, y una locación ajena, extraña, donde no me reconozca frente al espejo. donde no exista tu reflejo.