al final, más de lo mismo. lo de siempre. a lo que estoy acostumbrada. otro espacio más que dejé morir lentamente. me mudé de blog y ahora soy la misma yo pero en otro lado.
lejos, muy lejos.
de aquí.
de ti.
de mí.

por favor, hazme volver.

días, semanas, meses sin recordar este espacio. mi metro cuadrado. y ya lo sabes, siempre fui así, voy, vengo, no pienso ni me detengo, todo bien, todo mal.

hoy por hoy, las cosas parecen mejorar. mi vida ha cambiado demasiado en estos meses. para bien, creo. es decir, lo sé. ahora es cuestión de asumir. de pararse al frente y decir, sí, me operé, sí, ando más segura, sí, lo sé. yo también.

ando sin protección, con el corazón en la mano, viviendo a descubierto. sin miedo. suelto todo lo que pienso. aunque joda, aunque duela, aunque sorprenda. como decir, hoy amanecí pensando en ti. y mirar fijo a los ojos, que sea lo que sea.

ya estamos en noviembre. se nos va el año. se nos va la vida. pero una sigue, lucha, insiste. y si se puede, sonríes. porque sí, porque se ve bonito, porque no sonreír estropea la foto.

ya no me da miedo decir, sí, soy feliz.
después de todo, me lo merezco, recuerdo.

eres fría. manipuladora, egocéntrica, calculadora. te retuerces de placer cuando la gente hace lo que tú quieres. esto es algo que nunca admitirías ante el resto, y es que te da verguenza que sepan que en realidad eres mucho peor de lo que piensan. que sí es cierto que puedes llegar a ser cruel, dura, que no importa el resto si es que no se plegan a tus deseos. pero claro, esto es algo que no reconocerías frente al espejo.
das miedo.

y si ya no escribo es porque poco a poco retomo mi vida. donde la dejé. esperando. quietecita.
ahora, si me disculpan, me voy a seguir viviendo.
regreso luego. lo prometo.

siempre haces esto. te vas, desapareces, y luego regresas como si nada hubiera pasado. como si hubieras estado de lo más bien ayer. esquizofrénica dirían algunos, pero no, no más delirios que los de grandeza.

así que eres bipolar. arriba arriba en el cielo o más abajo que el infierno. extremista, exagerada, levemente hipocondríaca. luego no podrás decir que no te lo advertí.

siempre te muestras peor que lo que eres para así no decepcionar a los incautos que se queden. a ver el espectáculo, a ver cómo te sacas la careta y muestras lo poco real que aún te queda.

como decir, me llamo d., tengo veinticinco y ya no tengo pelo negro. dejé de encubrirme bajo tintes ajenos. tampoco soy más esa chica que creías que era. pero lo fui, sí. vaya que lo fui. y me arrepiento.

espero que ahora que lo sabes puedas guardar el secreto.

todo tan fácil como empezar la semana con un trago en la mano. tú no, claro. porque no tomas, porque te hace mal, porque ya te olvidaste a qué sabe la sal. sprite zero con una rodaja de limón y harto hielo. eso sí, eso siempre. no importa el lugar, la gente.
hoy sí, claro que importa. no te engañes, siempre. uno de esos cafés con terraza, ideales para noches templadas donde lo único que se enfrían son las ganas de llorar. salir, pasear, conversar.
dos amigas, tan solteras, que se cuentan sus miedos, sus penas.
y qué planes para tienes para ser mejor estos próximos siete días? esa pregunta así, tan directa, te fulmina, te quedas callada, piensas. respiras hondo, suspiras. algo tan simple como salir este sábado y no quedarme tirada en cama. eso. salir, intentar integrarme a esta ciudad, que honestamente ni me viene ni me va. saldré sí y me sobrepondré a este infierno. porque sí, proque tengo veinticinco y tengo miedo. no me seguiré hundiendo. debo salir.
ahora o nunca, pienso.

en diciembre salí del colegio. en enero me dediqué a estudiar. en febrero ingresé a la universidad. en marzo me volví tímida. en abril ya tomaba pastillas. en mayo tenía ataques de ansiedad. en junio me intenté matar. unos días en la clínica y luego me mandaron a descansar. otro país, otros amigos, otra vida. en julio cumplí dieciocho, los celebré sola y con ganas de llorar. regresé a casa, o donde creí que estaba mi hogar. agosto los pasé encerrada echada en la cama e intentando no temblar. en septiembre lo volví a intentar.
se puede estar bien un tiempo, pero esto siempre volverá. tarde o temprano, caer. demasiado pesimista y negativa, también lo sé.
aquí estoy, otra vez. siete años después.
esto nunca se acabará, lo sé.

y tú? qué hacías en 1999?

Little as I knew you I know you: little as you knew me you
know me
-that´s the light we stand under when we met.

(Adrienne Rich)

gracias a todos los que se acordaron
(uds saben quiénes son)

el próximo año (también) cumpliré (veinticinco)
sólo espero que uds sigan aquí.
yo me quedo. al menos, eso quiero.

abrazos especiales a m, a b y a mi lu. lejos, un buen cumpleaños.
(aunque igual se echa de menos)

la vida es como el poker.
no importan tanto las cartas sino el jugador.
todo es cuestión de disimular.
puro bluff.

a veces todo es tan sencillo como proponerte algo. basta decir, será así, porque así lo quiero y ya está, un camino a seguir. lo complicado es trazar las metas, saber qué se quiere, si conviene, si se debe esperar algo que no sabes si es correcto. lo otro, el qué hacer para lograrlo, no me parece tan complicado, es mil más fácil avanzar hacia donde quieres llegar. pero para eso hay que saberlo.
yo, aquí y ahora, ya sé lo que quiero. y empiezo a ver lo que tengo que hacer para lograr mis metas. porque a donde quiero llegar se necesita algo más que suerte. y eso lo tengo. se necesita dedicación. se necesita ambición. ganas de hacer lo que tengas que hacer sin mirar atrás ni a los lados.
y si hay alguien que me ayuda a ganar el partido no me quejo ni mucho menos me avergüenzo. a veces, ser quien soy, provenir de donde vengo, puede ser una (terrible) ventaja. porque, para tener las responsabilidades que tengo, ya era hora que me toque algo bueno. y hoy, me agarro de eso y lo aprovecho.
hoy no me disculpo por ser "familia de..."
simplemente, yo.

porque sí. porque quiero. porque me da la gana.
porque las cosas son así.
y así lo quiero.

(soy feliz)

"...I decree today that life
Is simply taking and not giving..."

hoy amanecí más egoísta que nunca. sin remedio, con ganas de hacer lo que quiero sin pensar en nadie más. no hoy, al menos.

se necesita algo más para empezar?

no recuerdo. no quiero recordar esta historia una vez más. y si no la olvido es porque aún la estoy viviendo. nunca fui buena contando historias, con las justas las vivo y porque no me queda otra. atrapada entre cuatro paredes, una familia ajena y lo que es peor, piel seca. como lagarto, pero no sirve para hacer carteras. piel que tocas y raspa, araña. ni todas las cremas del mundo solucionarían esto. asumo que hay cosas que no tienen remedio.
fue ayer y no me acuerdo. y no recuerdo porque tanta mierda me obnubila los sentidos. y de paso, el corazón.

no era la mejor semana ni el mejor día, y lo sabías. por eso, porque te diste cuenta, no tuviste mejor idea que intentar distraerme, que invitarme al cine y tratar, por todos los medios, de hacerme feliz. aún cuando eso implicara ver una película que tenías cero ganas de ver.
capote. lo descubrí en medio de una caminata por san isidro. cuando m.e. se pasó más de media hora analizando a un tal perry s. y yo escuchaba fascinada sus teorías acerca de la gran narrativa norteamericana.
capote. a ti nunca te gustó demasiado, no lo comprendías, te pareció siempre un ególatra de lo peor, un pobre y triste posero. a lo mejor no te faltó razón. o quizás no...
phillip seymour hoffman me sorprendió una vez más, como un capote totalmente frío, llenecito de dudas y contradicciones, un personaje absolutamente despreciable, egocéntrico, manipulador... y por eso mismo encantador.
in cold blood... hace mucho tiempo lo descubrí... ten cuidado con lo que deseas porque se puede hacer realidad. y no hay nada peor que tener la certeza que harías lo que fuera por conseguir aquello que deseas. a sangre fría.

y tú? te diste cuenta?

escucho canciones que me regalaron, esas tonadillas tan pop que dan ganas de cantar y bailar, ganas de salir y disfrutar toda esa vida que una se pierde por pasarse la mañana llorando encerrada entre cuatro paredes carmesí. in our very own personal world, "la habitación roja".
escucho ciertas canciones que me definen y hoy no puedo sino pensar que me gustaría que estés acá y que las escuches conmigo. y abrazarte y decirte que sí, que lo lamento. que nada de esto debió salir así.

siempre detesté esperar. hacer colas, tomar un número y esperar en una silla demasiado incómoda a que una linda ejecutiva finja su mejor sonrisa mientras trata de venderte algo que en el fondo, ella sabe que necesitas. porque, claro, si no fuera así, no estarías ahí. y en vez de hacer el cuento corto, y diga esto es así y así, firme aquí, se larga a preguntar por ti y tu familia, qué haces aquí, y bla bla bla, how can i hate all that chit chat.
decía que siempre detesté esperar. y estos cinco meses fueron eso: esperar y esperar. y yo nunca creí en el tiempo muerto. si algo me frustra y desespera es no tener nada que hacer. o al menos, no hacer lo que quiero. en dos semanas se me acaban estas vacaciones forzadas y por fin, todo parece ir tomando rumbo. como tiene que ser. como quiero que sea. pretty girl busy all day.
dos semanas más y seré una de ellos.
ejecutiva exitosa, profesional joven y todo eso que se supone una debe aspirar a ser. y en mi familia, eso incluye ser mamá modelo y opus dei.
dos semanas más, no más.
como tiene que ser. cómo quiero que sea?
tengo miedo!

la infancia es un
capítulo del Chavo
repetido hasta el cansancio
ese cierto desamparo
-yo te quiero chavito
y sin embargo
uno a uno todos se
fueron
poco a poco
la vecindad quedó
vacía
y junto con ella
nuestros sueños
diría que te quiero
-pero ya lo he dicho
hasta el cansancio-
todo sentimiento no correspondido
termina por morir
aún cuando eso implique
matar al objeto del afecto
me duele tu desamor
y sin embargo, yo misma
me encargo de azuzarlo

(la que ya no soy...2003)