mi vida era una fiesta. hoy es el día después. resaca, física y moral.sobre todo, mental. cero ganas de recoger la mugre desperdigada en el suelo. confetti que ya no es multicolor. globos rotos. vasos vacíos. todo aquello que me recuerda que mi vida era una fiesta. ya no. ahora, sólo los restos. que se pudren poco a poco. esperando que alguien los recoja. o lo que es mejor, que me decida por todas a armar otra fiesta. una más grande y más ruidosa. mega fabulosa, y que salga en sociales. como siempre. o al menos, como antes. cuando aún era encantadora y sonreía y todos sabían que pasara lo que pasara, siempre estaba yo. con mi permanente sonrisa en la cara y un abrazo listo. porque así era yo. de detalles. y de fiestas fabulosas.
hoy sólo soy una fiesta que no fue. retazos de carteles multicolores. ajados por el tiempo, expuestos al sol. deslavados y sin vida.
mi vida era una fiesta, yo ya no lo soy.
a veces me pasa que quiero decir algo, escribo sobre cierto suceso en particular, sobre las emociones que eso provoca y de pronto pum paf zas, estoy bloqueada. emocionalmente nublada. me faltan las palabras, se me esconde la coherencia y no puedo expresar en cuatro o cinco letras lo que mis ojos podrían decir con una mirada triste y mojada. no húmeda sino mojada. empapada de emoción.
y todo este goteo de palabras es para decir que sí, que estaba viendo televisión y vi algo que me conmovió. y no puedo compartirlo. tampoco quiero. pero sé que me otro día me gustaría hacerlo. si posteo esto para ver si el día de mañana aún recuerdo.
la canción: veneno en la piel
el grupo: radio futura
los recuerdos: una de burning y jugar a mujer fatal cuando sólo eras una pendeja de mierda
eras pequeña, lejos la menor del grupo. la más graciosa, eso sí. la mascotita, la que no tenía nada que hacer ahí, pero igual estaba. la que quería estar. mucho antes que pudieras entrar a bizarro o al nirvana. demasiado niña, decían, pero igual estabas.
dentro. cuando aún formabas parte de algo. ahí estabas, con ellos, y tú, sin saber que una o dos cervezas de más, sí harían la diferencia. tú, la misma pendeja que sólo jugaba a ser mala. la que a la fuerza, se volvió un poco más dura que ayer.
ten cuidado con el fuego, que de tanto acercarte puedes quemarte. y sí, me quemé. ahora, llevo adheridas al cuerpo, cicatrices, y uno que otro mal recuerdo. con sabor a sal, eso sí. burning canta y yo ya no tengo pena. recuerdo sí, pero si como aquello que viví lo hubiera vivido alguien más.
quizás sí fue así. alguien más. a estas alturas, nunca se sabe. al menos yo, lo sé. y tampoco quiero recordar.
era mi disco preferido para días tristes. me encantaba escucharlo y emocionarme con cada letra, con cada palabra. aquí vivía yo, murmuraba muy bajito teresa iturrióz y yo lloraba con ella. o quizás ella era quien lloraba conmigo. aquí vivía yo, pienso, pero hoy sé que aquí ya no vive nadie. unos vienen, otros se van y al final de todo, siempre me quedo yo. solita, como empezó la historia.
y todo esto por qué? para qué? para decir que aquí vivía yo, y que espero que alguien aún recuerde.
*no es de hoy, pero bueno... esto para decir que, a veces, yo también me acuerdo...
unas cervezas, echadas conversando y tú contándome, acerca de la historia de sara y de christina. nuestras miradas se cruzan y entre tanto amor, una historia que siempre me fascinó.
nunca nada me hizo más feliz.
gracias por estar ahí.
quiero un par de botas nuevas... quiero saber que estás bien... quiero pasear por el malecón en san sebastián... quiero un helado de sorrento... quiero encontrar el trabajo perfecto... quiero ser mejor que tú y el resto... quiero que me veas y sepas que soy yo... yo...
quiero una bicicleta y medias nuevas... quiero hacer burbujas de colores... quiero zapatillas de cristal... quiero un unicornio y un oso polar... quiero llamar y saber que atenderás... quiero rosas amarillas sin espinas...
quiero una máquina del tiempo y retroceder tantos años como me sea posible... quiero hacerlo todo bien... quiero empezar de nuevo...
quiero ir a bailar... saber que el bauhaus aún está... quiero madrugadas llenas de alcohol y mis amigos... los que dejé atrás... los que perdí... los que prefirieron perderme...
quiero... quiero... quiero...
quiero no que pase el tiempo...
soundtrack: viento, de caifanes...
1. miedo. desesperación. angustia. resentimiento. voracidad. venganza. hoy vi una película que no veía hace mil años. (por lo menos seis). ciertas cosas nunca cambian. yo no soy una de ellas.
2. fui al cine sola. estoy orgullosa de mí. hacía tiempo que no hacía eso. arrancarme y virar. tener los ovarios necesarios como para hacer lo que me provoca. sola o acompañada, da igual. estoy (re)aprendiendo a ser autónoma.
3. será que estoy en otra ciudad y que no reconozco las caras al pasar por las calles, que ya nada es igual. antes me bastaba con abrir la agenda y llamar. siempre había alguien dispuesto a acompañarme. por eso el orgullo. porque ya no me escondo en mis amigos o el pololo de turno. ya no hay m. ni p. ni g. ni r. ni s. ni c. ni nadie. nombres al azar, letras sin sentido, caras que cambian con el tiempo, sólo otras anécdotas, historias que se confunden. hoy me las puedo sola. me tengo a mí, y eso me basta.
4. me regalaron el primer disco de los fucking sombreros...y de yapa, la cancioncita esa de leo garcía, la de morrisey. o sea, que ando con ganas de bailar. como antes, como siempre.
poco a poco, vuelvo a ser yo. sólo que mejor.
una aprende.
alguien deberia inventar que podemos hacer con las cosas que no sirven para nada y que no podemos tirar, cantan los piratas y yo sonrío, asiento y pienso si este blog será una especie de eso, mi matadero clandestino, qué le voy a hacer si no vamos a la misma velocidad...
simplemento eso, expulsar lo feo y dejarlo acá, desperdigado por un mundo virtual, donde no puedan alcanzarme mis propios miedos ni mis neuras. a veces quisiera ser como mm. que tiene un problema y llora una sola vez y sufre y se desangra y luego nunca más se acuerda si no es para sacar alguna lección de ello. me estoy volviendo así, dura, fuerte, fría y poco a poco el desapego hace que ciertas cosas me importen cada vez menos. al menos, aquellas que no me deberían de importar. es un proceso, creo.
y sé, yo sé, siento, que se acerca el tiempo donde podré escribirlo todo y contarlo y gritarlo y no tener miedo de lo que piensen los demás. cada vez me importa menos lo que opine el resto. cada vez me siento más lejos de lo que pasó.
ayer pensaba en capote, y de hecho, compartiendo mis pensamientos con alguien, llegué a la conclusión que me carga esa falsa humildad de los demás. sí, no me importa el resto si no están de acuerdo con mis deseos. fría, manipuladora, dulce pero también puedo ser extremadamente cruel. y al menos tengo la honestidad como para admitir que es cierto.
es cierto, una vez que lo escribo, lo expulso de mi sistema y ya no me interesa lo que quede fuera. el fuego sigue dentro, lo demás afuera. ya no me interesa.
nota mental: quiero agradecer a mi personita especial, porque hoy me hizo el mejor regalo que podría imaginar. una canción del gran moz, que cae preciso con cómo me siento hoy: boxers. gracias mil, gracias, totales.
cero
sustituyendo recuerdos. cambio una fecha por otra. nueve años después, la redención. ya no tengo 15, sino 24. no tengo miedo.
uno
una imagen al derecho y al revés. se repiten los gestos, una y otra vez. cada vez más rápido, como un acto obsesivo, una y otra vez, al derecho y al revés. bienvenidos a la ceremonia. otros, le llaman video arte.
dos
happy hour. cerveza, pisco sour, sprite zero, harto hielo y una rodaja de limón. algo de picar y una conversa que viene y va. siempre conducente al mismo tema. referencia. ganas de cantar a voz en cuello que nos acercamos a los treinta.
tres
helados de sabores extraños y caminar. caminar, caminar, caminar. una casa que ya no nos pertenece, una iglesia iluminada, una fuente de agua y dos amigas de veintitantos. columpiándose. la felicidad tiene que ser eso: poder decir lo que piensas mientras te alejas del suelo.
arriba, la luna.
no quiero pensar qué hago otra vez por acá. supongo que podría estar haciendo parte de todo eso que tengo pendiente. o incluso podría estar arreglándome las uñas, no sé. pero no, estoy acá, de nuevo, como cada día.
why? quizás sea simplemente que quiero botarlo todo, expulsarlo de mi sistema, empezar de nuevo, vacía, limpia. asumo que soltar palabras al azar no puede ser tan doloroso, y mucho menos costoso, como una visita al psicólogo. no more shrinks, not for me. hace años que no veo a uno. seguirá siendo igual? ahora tengo una amiga, mm. que es psicóloga, y de vez en cuando me analiza con unos tragos encima. supongo que esa es la mejor terapia, jugar a que me analiza mientras lo único que hacemos es tomar y hablar cosas de chicas.
escribir esto, exponerme de esta manera, me hace bien. recordar, para volver a olvidar. si lo puedes escribir, es que ya no duele tanto. o al menos, que tienes la suficiente distancia para no desangrarte en el intento. yo ya no sangro, ya no lloro, ya no me desarmo.
en días como hoy me pregunto por qué estoy acá, y la verdad es que poco me interesa. estoy, y eso es lo que cuenta.
me faltan las palabras, recuerdo que te dije. ya nada es como antes. ya no expulso, ya no escupo, ya no me desahogo. y tú me dijiste escribe. de lo que sea, no importa. piensa en alguna canción y listo. algo saldrá.
esta es mi canción: far behind. la banda: candlebox. ya nadie se acuerda de ellos. yo, cada día menos.
esta canción me hace acordar a mi antepenúltimo (penúltimo?) año de colegio. un cassette mal grabado, un walkman (sí, walkman) prestado y yo sentada en las escaleras del colegio. esas de atrás, donde todos se juntaban a fumar. al lado de la pared donde hasta hace unos años podías leer alguna frase ilusa con mi letra entremezclada con la caligrafía irregular de alguien más.
solía ir ahí a leer, a esconderme cuando me apestaba del resto, o cuando simplemente quería encontrar a m.v. y conversar.
m.v. era dos años mayor que yo, pero había vivido mucho más. conocía de todo y a todos, y la gente le tenía algo más que miedo, respeto. en mi caso no fue más que una compañía heredada, al menos al principio. luego, ya no. me tomó cariño, yo también y solíamos compartir algo más que un cigarro y un café. unos tragos y empezábamos a hablar de cosas demasiado personales, que nadie sabía, que nunca nos hubiéramos animado a reconocer.
un día llegué al colegio y me enteré que j.h. se había matado. supongo que sus problemas eran tantos que prefirió morir ahorcado que seguir atado. algunos decían, "otro chico más de una familia problema". la gente más tonta, lloró un día o dos y luego ni se acordó de lo que pasó. pero bueno, eran los mismos que ni habían conocido a ese tipo. yo me quedé callada y no dije nada. en esa época, nunca decía nada.
unos meses después, estábamos todos reunidos y pasó por ahí la hermana de j.h. nos miró con odio, como deseando que su hermano no fuera el que estaba muerto sino cualquiera de nosotros. quizás lo que nunca perdonó fue que su big bro se fuera y la dejara sola en ese infierno. no sé. en esa época, nadie quiso saber. yo, menos. yo me quedé callada y no dije nada. en esa época, nunca decía nada. sólo miré a m.v. y por primera vez la vi llorar.
hacía tiempo que no recordaba nada de esto. hacía tiempo que no escuchaba esta canción. a veces, algunas bandas sonoras nos dan más que vergüenza. otras veces no. y al final, siempre se puede volver a ellas. esta es una de esas.