siempre detesté esperar. hacer colas, tomar un número y esperar en una silla demasiado incómoda a que una linda ejecutiva finja su mejor sonrisa mientras trata de venderte algo que en el fondo, ella sabe que necesitas. porque, claro, si no fuera así, no estarías ahí. y en vez de hacer el cuento corto, y diga esto es así y así, firme aquí, se larga a preguntar por ti y tu familia, qué haces aquí, y bla bla bla, how can i hate all that chit chat.
decía que siempre detesté esperar. y estos cinco meses fueron eso: esperar y esperar. y yo nunca creí en el tiempo muerto. si algo me frustra y desespera es no tener nada que hacer. o al menos, no hacer lo que quiero. en dos semanas se me acaban estas vacaciones forzadas y por fin, todo parece ir tomando rumbo. como tiene que ser. como quiero que sea. pretty girl busy all day.
dos semanas más y seré una de ellos.
ejecutiva exitosa, profesional joven y todo eso que se supone una debe aspirar a ser. y en mi familia, eso incluye ser mamá modelo y opus dei.
dos semanas más, no más.
como tiene que ser. cómo quiero que sea?
tengo miedo!