eres un cliche ambulante. te sientes ligeramente deprimida y te dedicas a comer e ir de compras en tu break. nada inusual, pero definitivamente nocivo para tu presupuesto. sobre todo ad portas de nuevo viaje.
lima, otra vez. once and again. quizás la definitiva, no lo sé.
mientras tanto sigues comprando.
total, ya no hay nada que perder.
por ahí alguien te dijo que tu tienda favorita estaba con descuento. así que fuiste a ver y te dio un arranque, te llevaste todo lo que pudiste y lo que no podías, lo llevarás mañana. dejaste reservado y es que a veces puedes ser así. arrebatada.
te probaste la ropa una y mil veces, buscando algo que te quede bien. evidentemente, ya nada te queda tan bien como antes. efecto post depresión. demasiados helados y poco ejercicio. los kilos de más se sienten, el "rollito" también. en fin, contra eso no hay nada que hacer, y tampoco piensas dejar de comprarte lencería por culpa de un par de complejos y algo más. así que sigues comprando, rellenas con accesorios y bolsos para tapar la angustia que te da aumentar de talla de brassiere y sonríes, hablas con la vendedora un par de huevadas y terminas con esa sonrisa tan típica de tu profesión. a veces, esta mueca, este gesto forzado llega a convertirse en algo más que un hábito.
sonreír por costumbre. mueca vacía. comer por aburrimiento. comprar por ansiedad. viajar cada vez que tu casa te queda chica y la atmósfera se hace irrespirable. angustiarse cada septiembre y comprar un regalo que nunca darás.
a veces puedes ser tan predecible.
todo un cliche. como hoy, que escribes esto mientras escuchas uno de esos grupitos desconocidos y esperas que Alguien llame al cel. o que, at least, aparezca en tu mess.
cruzas los dedos, esperas. mientras, abres tus bolsas, te pruebas de nuevo, juegas.
*(pronúnciese "seeeil")