nueve días. nueve dormidas y vacaciones. cuento los días, las horas, los segundos para treparme a ese avión y escapar de toda esa locura de la navidad, del cierre de año, de los informes anuales y la falta de presupuesto. del propio, por supuesto.
necesito irme, virar, tener la ilusión que vuelvo a casa, aún cuando ya esa no sea mi casa y lo único que quede es salir con los amigos a chupar y ver el mar.
por ahora, concentrarse. enfocarse en el año nuevo, la fiesta, la ropa, el club, salir a bailar, tomar, la gente, los amigos, algo de champagne, la playa de moda, el mega depto y todo eso que suena tan hueco.
pero hoy no busco llenarme sino tan sólo que el 2007 acabe.
falta poco y empiezo de nuevo. en limpio. un año que recién comienza, llenecito de días que desperdiciar (ja!), trescientos sesentaicinco días nuevos.