LIM
13 de Agosto 2006

estoy en lima. el viaje fue algo convulsionado. de hecho, mi partida también lo fue. el avión se retrasó, horas de espera en un aeropuerto lleno de gringos apestosos que juegan cartas y toman cerveza esperando que pase el tiempo. y yo ahí, en medio de ellos, muerta de sueño, un peppermint mocha frappucino, sin crema, con demasiadas ganas de llorar. un libro acompañando la espera, para disimular que leo si es que alguien se acerca más de lo que puedo tolerar.

esto fue ayer. o esa hora límite entre la noche y la madrugada. luego buscar al taxista que me espera, ya que nadie me fue a recoger. veo mi nombre en una pizarra, para variar, el apellido mal escrito y tratar de evitar que se caigan las maletas, siempre sin éxito. dos maletas y un bolso de mano por seis días? definitivamente, este es un viaje extraño. esos que no tienen fecha de regreso. o quizás sí, pero hoy no quieres pensar en eso. aún no estás lista para asumir qué pasará. no es momento.

estás en el carro, ves la ciudad pasar y reconoces anécdotas en las esquinas. calles enteras llenas de recuerdos, calles con nombre y apellido, un rostro asociado, ganas, anécodotas y algo muy parecido a la nostalgia. te preguntas qué fue de esas personas. la mayoría también viajaron, están en otro lugar. londres, madrid, valencia, NYC, boston, canada.

y tú? dónde estás? ni aquí ni allá.

estar en lima es como ese trayecto en taxi del aeropuerto a tu casa. ves calles que te desagradan, suciedad, pobreza material y moral, mientras el taxista escucha una "radio para secretarias" con canciones que dan ganas de vomitar. however, cantas igual.

a veces, resulta confortable la seguridad de conocer esas letras, cantar canciones qe desprecias pero que sabes que las canta alguien más. alguien que también forma parte de tus memorias. lima es para ti, la seguridad de saber que aunque no te gusta, sabes dónde estás.