estoy sentada el el sillón ese que me encanta y escucho a lo lejos a mi madre charlar con mi abuela. estoy distraída, miro por la ventana y me dedico a intentar recordar cómo eran esos años cuando éramos nosotras quienes vivían en esa casa.
la casa es hermosa, grande, cuatro habitaciones, pasillos misteriosos, un jardín interior que conecta dos salas, un comedor, una terraza, dos jardínes, varios árboles, zona de servicio, entre otros.
es curioso, la casa ahora no me parece tan grande como hace quince años,pero igual me encanta, me fascina. puedo pasar horas sentada frente a la chimenea jugando a que leo algún libro pero con la mirada perdida en el fuego. extraño todode esa casa, de esos tiempos, la leche con milo, las gallletas, el cereal, ser pequeña, hermanas nuevas y aún más pequeñas, tener un papá y una mamá que aún se aman...
hoy estuve en la casa de mi infancia. fue un viaje extraño, aún más convulsionado que un santiago-lima-santiago.
(aún no estoy lista para aterrizar)