mientras releía cosas de hace mil años, demasiado, no podía dejar de pensar en cómo todo se torció. en cómo jugaba con las letras, formaba palabras y podía cruzar los dedos con la certeza de saber que a fin de cuentas, todo estaría bien.
pero hoy las letras me son esquivas, las certezas escasean y ya no espero comentarios. porque hoy, aquí, ahora, no quiero ni puedo depender de lo que otros tengan que decir.
yo sé, yo creo, yo siento, que esto es lo correcto. tiene que serlo.
y sí, mil gracias por el skin.