eres un fraude, sospechas. deberías parar, dejar de escribir en este instante, y sin embargo... cierto placer retorcido, se siente rico exponerse, jugar a no ser perfecta delante de un grupo de extraños, que seguramente son los mismos que te miran embobados una mañana cualquiera. porque siendo sinceras, no creo que exista tanto loser fuera del mundo blog. de dónde salieron? de dónde salí yo?
so... algo de morbo, perverso, esto de exponerse, inventarse nuevamente, mostrar tus partes más desagradables, jugar con tu (falsa) putrefacción. y es que nunca fui más sincera que cuando empecé a mentir. y curiosamente, nunca mentí más que ahora que digo la verdad.
esto, ser yo y no ser yo, jugar con las palabras, torcerlas, acomodarlas a mis caprichos, mis juegos y fantasías... todo esto es lo que me hacer ser yo. como cuando musito tu nombre y luego te hago llorar. crueldad extrema. ganas de ver qué tan lejos puedo llegar. aún cuando a la mañana siguiente muera de miedo pensando que no volverás. y sin embargo, no logro llamarte. esos pequeños actos de sumisión que me cuestan un mundo, un mar, una relación normal.
y yo sé que aún no estoy preparada, no quiero estarlo, para el día en que decidas no regresar.
lo lamento, porque aún cuando suene a cliché, nunca me hago más daño que cuando te alejo. estoy cansada de hacernos daño. supongo que cuando hablaban de mi veta autodestructiva tenían razón. ahora sólo me queda cruzar los dedos y esperar que entiendas este post.